Sebastián Moreno posee una obra consistente como documentalista, hilada por obsesiones comunes y una manera distintiva de abordar el cine como indagación en la memoria de capítulos y personajes particularmente significativos de la historia política y cultural de Chile.

“Para mí siempre hacer documentales”, ha señalado, “comienza con lo no dicho de una historia, una historia que me marcó, pero de cual no existe un relato. Por eso voy en búsqueda de los detalles, archivos y voces que me ayuden a comprenderla y a ubicarla en un mapa de ruta. Hablo de historias que también han interesado a otras personas y es ahí donde adquieren el mayor sentido, porque cada espectador completa con su propia historia, como yo, estos relatos hundidos en la memoria”.